Estenosis Aórtica
Previous Next
Estenosis Valvular Aórtica

La estenosis valvular aórtica presenta una amplia gama de severidad. Hay casos muy severos en los cuales la obstrucción debe ser tratada en la etapa pediátrica, incluso antes del año de vida.  Del otro lado del espectro se encuentra la estenosis aórtica leve o más comúnmente una válvula aórtica con dos cúspides o bicúspide (normalmente debe tener tres). Aún las estenosis leves deben ser controladas regularmente ya que, lo más probable, es que con los años la obstrucción progrese.  Similarmente, la válvula aórtica bivalva puede mantenerse por años sin obstrucción hasta la sexta o sétima década de la vida, cuando, por calcificación de la válvula, puede desarrollar estenosis severa.  Los síntomas de estenosis severa incluyen angina (dolor de pecho por falta de oxígeno al corazón), desmayo (síncope) o dificultad para respirar, especialmente si aparecen después del ejercicio. 

El tratamiento usual para la estenosis valvular aórtica en los lactantes es la plastía valvular usando un catéter con un balón en la punta, el cual se usa para dilatar la válvula aórtica estrecha inflando el balón en su interior. Sin embargo, la dilatación valvular es temporal ya que, con el crecimiento del niño, la estrechez puede desarrollarse nuevamente.  A su vez, está técnica no es efectiva en aquellos adultos que tienen la válvula aórtica calcificada. Un factor limitante del éxito de la valvuloplastía aórtica con balón, es no sobre-dilatarla ya que esto podría causar un escape o insuficiencia aórtica severa. Hay que considerar que usualmente la válvula aórtica queda con algo de insuficiencia después de una valvuloplastía con balón o quirúrgica (se mejora la apertura de la válvula con una incisión) exitosa. El ventrículo izquierdo no tolera bien la insuficiencia moderada a severa, por lo que su presencia significa que lo más probable es que se requiera un reemplazo valvular aórtico.

La apertura quirúrgica de la válvula (valvotomía) se realiza cuando no es factible practicar la valvuloplastía con balón.  Sin embargo, en  el adulto con una válvula aórtica calcificada, probablemente el cirujano tendrá que reemplazar la válvula aórtica dañada. Muchos de los pacientes que solo han tenido valvotomía, eventualmente van a necesitar de un reemplazo valvular debido al desarrollo de calcificación o insuficiencia aórtica progresiva. La nueva válvula puede funcionar bien por muchos años dependiendo de la edad del paciente y el tipo de válvula, pero eventualmente requerirá de un nuevo reemplazo.

Estenosis Subvalvular Aórtica

En la estenosis subvalvular aórtica discreta (ESVAD),  la obstrucción al flujo de sangre que sale del ventrículo izquierdo hacia la aorta, se debe a tejido fibroso que se encuentra debajo de la válvula.  Este tejido puede crecer con el tiempo y desarrollar una obstrucción severa. Puede que este tejido no crezca  manteniéndose una leve obstrucción.  Sin embargo, con el tiempo, la válvula aórtica se puede dañar, desarrollándose calcificación o insuficiencia, debido a que este tejido se encuentra muy cerca de la válvula aórtica. La mayoría de los cardiólogos recomiendan quitar este tejido fibroso por medio de cirugía una vez que se detecta la insuficiencia valvular aórtica para prevenir un daño mayor. En el adulto, el cardiólogo sospecha la ESVAD por la presencia de un soplo. Los  síntomas relacionados con la obstrucción usualmente se presentan tardíamente.

Este tejido fibroso no se puede tratar con valvuloplastía con balón, por lo que es necesario removerlo por medio de cirugía.  Posteriormente, puede haber algún crecimiento del tejido fibroso hasta en un 50% de los casos.  Por lo tanto, estos pacientes necesitan un seguimiento regular por el cardiólogo y pueden requerir de una nueva resección quirúrgica, ya que es relativamente común que este tejido vuelva a aparecer y crecer.

Estenosis Supravalvular Aórtica

En esta forma de estenosis aórtica, la obstrucción al flujo de sangre que sale del ventrículo izquierdo hacia la aorta se debe una estrechez en forma de “reloj de arena” o, con menor frecuencia, una estrechez más irregular que se encuentra por encima de la válvula.  Algunas formas de este defecto se asocian con el Síndrome de Williams, una enfermedad hereditaria que incluye entre otras características, retardo mental y una tendencia para desarrollar estenosis de las arterias pulmonares y otras arterias.

En muchos casos, la estenosis supravalvular no requiere tratamiento quirúrgico al mantenerse en un grado de severidad de leve a moderada.  Si la estrechez es más seria, el cirujano tendrá que ampliar la aorta con el cuidado especial de no  dañar la válvula aórtica.

Los pacientes con este tipo de defecto necesitan un seguimiento regular por el cardiólogo debido a la posibilidad de que la obstrucción progrese con el transcurso de los años.  Además, hay una tendencia, en especial en los adultos, a que otras arterias se estrechen, como las arterias coronarias y las renales.